¿Seremos unos Buenos Antepasados?

Por ser una amenaza inminente, la pandemia ha centrado nuestra atención en el presente.

Los países que ya se encontraban preparados a largo plazo para posibles pandemias han podido afrontar el virus con especial eficiencia, luego de su experiencia con el brote de SARS en 2003.

Los efectos catastróficos del Coronavirus (Covid 19) son un claro recordatorio de que deberíamos pensar, planificar, y presupuestar de cara a los múltiples riesgos que acechan el horizonte; no sólo la amenaza de nuevas pandemias sino la crisis climática y los avances tecnológicos desenfrenados.

La disrupción ocasionada por la pandemia puede abrir un espacio para replantear nuestro estilo de vida. así como la ONU y la OMS surgieron de la 2a Guerra Mundial, el Coronavirus podría fomentar el pensamiento a largo plazo que ahora necesitamos para combatir los peligros de vivir tras la satisfacción instantánea y la persecución de los resultados a corto plazo.

Tomando decisiones inteligentes y a largo plazo podríamos convertirnos en los buenos antepasados que merecen las generaciones futuras.

Somos herederos de los regalos del pasado. Podemos pensar en el inmenso legado de nuestros ancestros, desde los que sembraron las primeras semillas en Mesopotamia hasta quienes hicieron los últimos descubrimientos científicos.

Un buen ejemplo de científico dedicado a dejar una herencia desinteresada fue el el Dr. Jonas Salk, descubridor de la vacuna contra la polio; enfermedad de siglos pasados que dejó una gran cantidad de muertos y lisiados. En su momento fue calificado inmediatamente de obrador de milagros, pero a él no le interesaban la fama y la fortuna por lo que no intentó patentar la vacuna. Su ambición era ayudar a la humanidad.

 
 

En años posteriores, Salk, expresaba su filosofía de vida con una sóla pregunta:

“¿Estamos siendo buenos antepasados?”. Él creía que igual que hemos heredado tantas riquezas del pasado, debemos legarlas a nuestros descendientes. Él estaba convencido de que para enfrentar crisis globales como la destrucción del mundo, debemos cambiar radicalmente nuestra visión cortoplacista por una perspectiva centrada en un pensamiento a largo plazo, también llamado pensamiento catedral.

Si andas en busca de una buena motivación para el nuevo año que está por llegar te recomiendo la lectura del libro de Roman Krsnari, titulado “El buen antepasado”, que te ampliará de forma interesante este cambio de paradigma.

 
 

¡Feliz año 2023; que te sea muy fructífero!

María del Carmen Salazar Hernández